Durante muchos años una de las herramientas principales que han utilizado los interioristas ha sido saber explicarse mediante el dibujo. Junto con la capacidad de poder plasmar sobre papel todo lo que se imagina.

La realización de dibujos y maquetas, era una manera realmente atractiva por el cliente, ya que tenía un gran poder de seducción. Sin embargo, se debe tener en cuenta la gran cantidad de tiempo invertido para conseguir unos resultados realistas e irreversibles.

Las nuevas tecnologías que permiten hacer planos e imágenes virtuales (renders), se han convertido en un esencial a la hora de realizar y plasmar nuestro trabajo. Gracias los renders podemos conseguir unos acabados prácticamente 100% realistas.

A día de hoy y cada vez más, utilizar la realidad virtual en el diseño de interiores nos permite conseguir imágenes con un alto nivel de realismo ofreciendo visualizar un espacio. Las texturas, los materiales, la iluminación y la decoración nos permiten potenciar este realismo.

Como os podéis imaginar, la realidad virtual permite visualizar y desplazarse por diferentes espacios antes de que estén construidos, pero también permite realizar una interactividad en tiempo real con estos espacios; cogiendo objetos, abriendo puertas, encienden y apagando luces etc.

Gracias a la realidad virtual podemos vivir nuestro futuro negocio a escala real. ¿Te atreves a vivirlo con nosotros?